Cuando me llegó el proyecto de El Jardín de Poki, supe que no estaba frente a una floristería cualquiera. Era un espacio donde la pasión por las flores y el diseño floral se unían con un objetivo claro: conectar con las personas y transformar emociones en arte. Desde el primer momento, me inspiró la historia de Poki y su capacidad de crear algo tan especial con sus propias manos.
Mi misión como diseñadora era clara: darle a El Jardín de Poki una identidad visual que reflejara toda esa creatividad, amor y cercanía. ¿El reto? Crear algo que no solo fuera bonito, sino que tuviera alma, que hablase directamente al corazón de las personas. ✨
Desde el inicio, supe que esta identidad debía sentirse tan delicada y personal como los propios arreglos de Poki. Pensé en colores que evocaran la naturaleza: tonos suaves, pasteles que recordaran a un jardín al amanecer, y contrastes vibrantes que dieran vida, como si el sol iluminara los pétalos. 🌻🌷
La tipografía debía ser cercana, como si te estuvieran hablando al oído, pero también elegante, porque el diseño floral de Poki es auténtico arte. Por eso elegí letras orgánicas, con formas suaves, que parecen fluir como las líneas de una rama en flor.
El logotipo, los empaques, las etiquetas, y hasta los pequeños detalles de su presencia digital cuentan la misma historia: calidez, cercanía y belleza natural. Desde las flores que eliges hasta los materiales que te envuelven al recibir tu ramo, todo debía transmitir que estás llevando contigo algo más que flores: llevas una experiencia.
Una de las partes más emocionantes del proyecto fue llevar esta identidad visual más allá de la tienda física. 🌟 En el diseño para redes sociales, por ejemplo, cada publicación debía sentirse como un pequeño jardín digital.
Para ello, desarrollé un estilo gráfico que reflejara esa misma armonía: fondos con texturas suaves, elementos botánicos que se integran al diseño, y un uso intencional de los colores que hacen reconocible a El Jardín de Poki en cualquier plataforma. 🌿🌈
Además, quería que la marca tuviera coherencia en todos los puntos de contacto. Desde las bolsas donde te llevas tu ramo hasta las tarjetas que acompañan los arreglos florales, todo habla el mismo idioma visual. Así, las personas no solo recuerdan el ramo, sino también la experiencia completa de haber visitado este lugar especial.
El diseño no solo tiene que ser bonito; tiene que hacerte sentir algo. 🌻 Eso es lo que intenté capturar con cada decisión para El Jardín de Poki: un espacio donde la naturaleza y las emociones florecen juntas.
El diseño gráfico se convirtió en una extensión del arte floral que Poki crea con sus manos. Cada detalle visual debía amplificar lo que hace único a este lugar, logrando que las personas se sintieran conectadas desde el primer vistazo.
El branding no es solo un logotipo o un color, es una experiencia completa que conecta lo visual con lo emocional. Cuando trabajas con marcas tan auténticas como esta, el diseño se convierte en una herramienta para contar historias.
Crear la identidad de El Jardín de Poki fue como cuidar de un jardín. 🌿 Cada elemento se eligió con delicadeza, pensando en cómo podría transmitir la esencia de este espacio mágico. Hoy, cada vez que veo cómo la marca cobra vida en la tienda y en sus redes sociales, siento una enorme satisfacción. Porque este proyecto no solo habla de flores; habla de sueños que florecen y de cómo el diseño puede conectar corazones.
Si has llegado hasta aquí, te invito a mirar a tu alrededor: ¿qué cosas te inspiran a ti? 🌟🌷 Déjate llevar por aquello que florece en tu interior y hazlo realidad.
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